El Senado brasileño aprobó el proyecto para rebajar las penas de cárcel de Bolsonaro y los condenados por golpismo. Lula se opone a la medida, que ahora espera la sanción final. La ley busca reducir penas para delitos cometidos en ambiente de multitud, evitando que se sumen. La condena de Bolsonaro podría pasar de 27 a 21 años, dependiendo de interpretaciones. La situación de Bolsonaro dependerá en gran medida de su salud, mientras sus abogados piden prisión domiciliaria por problemas médicos. En paralelo, el Tribunal Supremo sigue juzgando a implicados en la intentona golpista, con condenas recientes a militares, policías y políticos.




