En medio de la operación antinarco más letal de la historia de Río de Janeiro, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó la creación de una oficina conjunta entre autoridades nacionales y locales para combatir al crimen organizado. Lula expresó en sus redes sociales que su administración no puede permitir que el crimen organizado destruya familias ni oprima a los residentes. Propuso un trabajo coordinado para atacar la raíz del narcotráfico sin poner en riesgo a la población. Además, destacó la importancia de la mayor operación contra el crimen organizado realizada en agosto pasado. El mandatario presentó la Enmienda de Seguridad al Congreso Nacional para fortalecer la acción policial contra las facciones criminales.




